Vanguardia Mexicana

¿Quiénes somos?


Somos una organización popular mexicana que propugna por la construcción y difusión de un ideario y un programa de acción que eleve al proletariado de nuestro país a la condición de Clase Nacional. Esta idea sublime planteada por Marx y Engels en el desarrollo del Materialismo Histórico y del Socialismo Científico, que significa el salto del reino de la necesidad al reino de la libertad de la amplia mayoría de mexicanos, y en donde la dignidad, la abundancia y la creatividad individual sean una realidad plena para todos, sólo puede ser alcanzada con la materialización de una nueva Izquierda Definida con respecto del Estado (en términos del filósofo Gustavo Bueno), eficaz en la consecución y mantenimiento del poder en nuestro país.

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¿En qué creemos y qué reivindicamos?

Nuestras principales herramientas teóricas y políticas son: el Materialismo Histórico de Marx, Engels, Lenin, Stalin, Rosa Luxemburgo, Mao Tsetung y todo el proceso político chino de Deng Xiaoping a Xi Jinping; el Materialismo Filosófico de Gustavo Bueno, en cuanto a sus elementos compatibles con el propio Materialismo Histórico marxista, fusionados ambos en lo denominado por el politólogo Santiago Armesilla como Materialismo Político; la teoría de la Insubordinación Fundante del politólogo Marcelo Gullo; aunado todo a los aportes de marxistas y pensadores mexicanos e iberoamericanos diversos, entre otros.

Reivindicamos



Reivindicamos nuestra mezcla de raíz española, amerindia y africana, que, juntas, son la verdadera sustancia de la mexicanidad, que se expresa, por ejemplo, en el idioma que usamos la amplia mayoría de mexicanos en el día a día para expresar nuestras ideas y sentimientos. Idioma en el que está redactada nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, desde la primera Constitución que tuvo nuestro país en 1824: un idioma español dialectalizado, nutrido y definido por un sinfín de palabras provenientes de las diversas lenguas indígenas de México. Parte fundamental de nuestra propuesta es el concepto de la Iberofonía, definida por el politólogo Álvaro Durantez Prados, como el espacio geopolítico, cultural, histórico y civilizatorio, intercontinental y multinacional, compuesto por todos los países y pueblos que tienen como lenguas mayoritarias a las lenguas española y portuguesa, sin exclusiones ni excepciones geográficas. La Iberofonía comprende 800 millones de personas en treinta países de los cinco continentes y representa una masa territorial de más de 20 millones de kilómetros cuadrados, aglutinando a todos los hablantes de las únicas dos lenguas universales mutuamente comprensibles hasta en un 89% de reciprocidad: el español y el portugués. La Iberofonía es el espacio de acción de ésta y las demás Vanguardias Socialistas Iberófonas, oponiéndonos de frente a la explotación subordinante del capitalismo angloamericano, protestante y supremacista blanco en su núcleo duro. Sostenemos que la única forma de vencer y superar a su predominio actual sobre nuestros países es articulando una poderosa economía basada en la unión e industrialización (que genere tecnología e industrias propias) de todas las naciones políticas de la Iberofonía. Entendemos la conciencia geopolítica como un elemento fundamental, y ante la conformación de bloques civilizatorios como el de la Anglósfera, el Eslavo, el Árabe y el Asiático, sólo a través de la articulación de la Iberofonía Socialista tendremos algo valioso qué decir al Mundo en este siglo XXI y hacia el futuro. Apostamos férreamente por la ciencia y la tecnología, para su pleno empleo en el desarrollo efectivamente humano, descartando todo tipo de supercherías irracionalistas y modas impulsadas por el capitalismo y el progresismo woke y postmoderno, que sólo pretenden distraer y obstaculizar la lucha de clases, el paso a la propiedad social de los medios de producción y el fin de la explotación salarial. Buscaremos la abolición del Estado y la democracia de los capitalistas y la implantación de la democracia y el Estado controlados por los trabajadores.

¿Qué propuesta le hacemos a la Clase Obrera de México, con la mirada hacia el futuro?

México es un Estado subordinado a la plutocracia de los Estados Unidos, quien nos ha mutilado —robándonos más de la mitad de nuestro territorio— y nos sigue expoliando a través de mecanismos culturales, económicos, financieros y de restricciones de desarrollo tecnológico-militar estratégico. Sostenemos firmemente que hay que buscar la construcción de una relación digna entre México y Estados Unidos, aboliendo los mecanismos de subordinación antes citados y de esta forma lograr que México tenga verdadera soberanía y pueda desarrollarse en las medidas acordes a nuestro potencial, del que tanto se ha hablado durante décadas, pero que nunca llega a materializarse. Estamos convencidos de que este cambio de paradigma beneficiará enormemente a los ciudadanos y trabajadores de ambos lados de la frontera.

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Nuestra propuesta



En el actual gobierno de corte socialdemócrata y pretendido nacionalismo siguen plenamente vigentes los mecanismos de subordinación, que, reiteramos, impiden el desarrollo de México. Este gobierno ha seguido demostrando una casi absoluta sumisión a Washington e incluso ha buscado convencer a los países y gobiernos iberoamericanos de aceptar a los Estados Unidos en una por demás forzada y artificial unidad panamericana, tipo Unión Europea. Al mismo tiempo, esta administración ha seguido enarbolando y alimentando la Leyenda Negra Antiespañola de la conquista de América —desacreditada por la historiografía, pero que sigue viva en muchos países hispanohablantes para justificar su subdesarrollo aún después de cinco siglos de Historia—, la cual busca que todos los hablantes de español en el Mundo nos avergoncemos de una gran parte de nuestra identidad y legado histórico, volviendo así, imposible el objetivo de la unificación de las naciones iberoamericanas, en lo regional, e iberófonas, en lo global. Una Leyenda Negra que, no está de más recordarlo, ha sido una invención propalada por quienes lideran a la propia Anglósfera, desde los tiempos del Imperio Británico. Como toda socialdemocracia, el gobierno actual no busca destruir al Estado y la democracia burgueses, sino más bien darle oxígeno para su prevalencia. Las becas y pensiones han sido aumentadas, pero la voracidad de los capitalistas mexicanos y extranjeros sigue sin ser contenida. La pérdida de poder adquisitivo y la explotación laboral reales van en aumento. Los zares de la economía, la política, la tecnología, la ciencia, la cultura, el crimen organizado, el sindicalismo y los medios de comunicación, por ejemplo, por más que el discurso oficial se haya tornado ruidoso y triunfalista, siguen intocados. Nuestra propuesta para los mexicanos es que no se conformen con tanta mentira, ignorancia, corrupción y mediocridad. Así como las otras Vanguardias Iberófonas, sostenemos y reiteramos que no es posible cambiar la realidad material de los mexicanos sin construir un proyecto de Izquierda Definida con respecto del Estado, que busque la abolición de la extracción de plusvalía de los trabajadores y articulado en un contexto geopolítico civilizatorio, como lo es la Iberofonía. Sólo así nuestro país y nuestros países hermanos podrán superar la terrible contradicción que entraña el sistema capitalista, cuyo fin último y prácticamente único es la acumulación de capital, lo que por fuerza consume la salud y dignidad de todos los trabajadores, obligándolos a sólo sobrevivir en un ambiente que niega la satisfacción de sus libertades y necesidades humanas fundamentales.